Guestbook

Entrada de mi blog número 10, 1, 1.

Agregaron Seattle.
¡¿Para qué?! Para que nadie se de cuenta de que no hacen nada para mejorar el juego.
Ni siquiera hay locales, no tengo dónde terminar mi gira.

Dammit Popo.

Entrada de mi blog número 11, 1, 1.

José Ambrona se quedó sin balas de plata. Y plata le sobra.
Las autoridades de Buenos Aires cambiaron una vez más, y sus apellidos no riman con nada. ¡Gracias muchachos!

--

Ésta gira no se termina más; ya no la aguanto/ya no la aguaaanto.

Que vuelva Le Gal.

Entrada de mi blog número 12, 1, 1.

Se pone en Evidencia se va a pique.
¿A quién le importa?

Entrada de mi blog número 13, 1, 1.

Querido José Ambrona:
Ahora que estas más solo que nadie, te podés dar cuenta que te inventó Oscar. Si no fuera por él y sus préstamos desinteresados, no hubieras llegado a ninguna parte. Si te viera hoy, se moriría de nuevo.
Sé que de alguna manera, todavía está con vos; que te acompaña siempre, a tu lado... escupiéndote el café cuando mirás para otra parte.

Entrada de mi blog número 14, 1, 1.

Se acabó. Fin de todo. Sigo vivo... al pedo.

Entrada de mi blog número 15, 1, 1.

¿Sabés que pasa cuando la discográfica con la que firmás, no tiene CEO? Nada pasa.

Tu disco no sale nunca. Ambrona empieza a merodear tu basura en búsqueda de toallitas femeninas; por las noches escuchas ruidos de cadenas, y ves bultos que se menean entre las sombras de tu habitación. De a poco llegan a tu mente los recuerdos que te quedan de los que ya murieron por tramposos o abandonados, y te das cuenta que era mejor jugar otro juego y no Popomundo.

Entrada de mi blog número 16, 1, 1.

Vacío el bastante vacío banco y me las pico a otra banda. Voy a cometer nuevamente el error de reagruparme con el malviviente olor a coco de José Ambrona.
Digan lo que quieran; sé muy bien que nadie lee éste blog.

Y no se olviden de Oscar.