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Llego un poco tarde...

Pero escúchame loca del coño, antes de que desates tu furia sobre mí, que invoques rayos para achicharrarme la cabeza (los muertos podéis hacer eso? bah! da igual) o que concentres toda tu energía para patearme el culo tengo la excusa perfecta a mi tardanza en nuestra primera cita anual.
Y es que no vengo solo, locaza, resulta que te traigo una pequeña sorpresa. Recuerdas cuando te decía que lloverían ranas antes que ser yo padre? que yo no valía para esa responsabilidad, que si me cuesta ser una persona medianamente cuerda imagina ser padre o ser un buen padre! chorradas....

Pero ya sabemos que la vida se encarga de ir repartiendo hostias y a mí me ha hecho un, zas en toda la boca! y me ha puesto en los brazos a una niña que a los ojos de todos es adorable. Porque no lo han visto cuando no deja de llorar...y llora por nada, llora sin motivo, llora por vicio y yo termino en el sofá llorando con ella. Hasta que sonríe y me mira a mí o a la nada con esos ojos turbios. Te vas a reír, Maia, pero me gana, me gana siempre, me ganó ya desde la tripa de su madre.

Así que vengo a presentarte a la adorable, llorona, manipuladora y preciosa Raven. Hija de una bruja y un monstruo. Qué puede salir mal?

Te echo de menos, ahora más que nunca me gustaría que estuvieras en esta etapa de mi vida. Riéndote de mí y conmigo. Dándome consejos que no voy a seguir y yo parándote los pies aunque también pasaras de mí.

Sigues siendo irremplazable.