Latest Blog Post

Plaża im. Kubusia Łopatka

La tarde cae lentamente sobre Varsovia, sus habitantes comienzan a salir de sus empleos y las calles pronto se llenan de transeúntes y autos. El jet de mi banda ha aterrizado hace un rato largo, Me toma un tiempo ordenar a mis niños para ir al hotel y a comer con ellos y el resto de la familia, mi hermana Freja se asoma y me muestra la tabla de surf bajo su brazo, con una inmensa sonrisa en su rostro.

- ¿Apostamos algo a ver quien conquista esta playa primero? ¡Los niños también pueden venir!

Ares y Adrian saltan felices y la abrazan, uniéndose a ella con sus sonrisas angelicales y traviesas, y por supuesto la playa es nuestro próximo destino.

La arena y la brisa nos reciben, los niños corren a jugar con la arena y las olas, mientras Freja y yo nos miramos seriamente un segundo, para salir corriendo hacia el mar al instante. Los últimos rayos de sol ya se esconden en el horizonte.

El agua marina me abraza como una vieja amiga -yo también te extrañé- me dispongo a nadar un rato y mirar si hay olas dignas de mis esfuerzos, y el mar realmente quiere que juguemos con él porque las olas se agitan, invitándonos a subirnos a ellas. Comienzo a nadar y a surfear, todo lo demás desaparece: el reto de mi hermana, mis hijos jugando en la playa, el show de la noche con mi banda... todo desaparece y solo somos el mar y yo.